viernes, 27 de marzo de 2009
Ninguna palabra
jueves, 19 de marzo de 2009
De la pipa de Magritte
Para los que todavía no preguntaron, el título que elegí, “Esto no es un blog”, no es un capricho arbitrario sino una referencia a la famosa pipa del pintor René Magritte. En su obra Magritte pinta una pipa y escribe abajo la leyenda “Esto no es una pipa”. De esta manera expresa Magritte que lo que estamos viendo realmente no es una pipa sino la representación gráfica de una pipa (dadas las cosas que Magritte fumaba, me imagino yo que la pipa tiene además otro significado).
Yo no soy un tipo calificado para opinar, pero eso no me lo va a impedir. Mi humilde opinión es que las obras de Magritte explican la forma en que vemos el mundo. No podemos ver ninguna pipa como tampoco podemos ver nada de nada. Creemos que la pipa es exterior a nosotros, que “existe”, por así decirlo, en una realidad externa a la nuestra. Pero así como la pipa de Magritte no es una pipa sino el dibujo de una pipa, lo que vemos en el mundo real no es más que una representación mental de algo que quizás esté allá afuera, pero que nos es inaccesible.
“La condición humana I”, también de Magritte, refleja esa misma noción con mayor claridad. En palabras de Magritte:
“(…) el árbol existe de dos formas simultáneas en la mente del espectador: dentro del cuarto, en la pintura, y fuera del cuarto, en el paisaje real. Y esto se asemeja a la manera en que vemos el mundo: lo consideramos exterior a nosotros, pese a que no es sino una representación mental de nuestras experiencias internas.”
El comentario anterior lo encontré en el libro de Douglas Hofstadter “Gödel, Escher y Bach” (del cual todavía no leí ni el 10% pero lo encuentro muy recomendable). En el mismo hay una interpretación muy interesante de la obra que da inicio a este artículo: “Los dos misterios”. Ya no tengo más ganas de escribir así que la transcribiré a continuación.
“(…) La serie de cuadros de Magritte con imágenes de pipas crea fascinación y perplejidad. En Los dos misterios (…), si nos circunscribimos a observar la pintura interior, recogemos el mensaje de que los símbolos y las pipas son diferentes. Luego, nuestra mirada se dirige hacia la pipa "real" que flota en el aire, más arriba, y advertirnos que es real, mientras que la otra es sólo un símbolo. Sin embargo, esto es, por supuesto, totalmente erróneo: ambas yacen sobre la misma superficie plana que tenemos ante los ojos. La idea de que una de las pipas está en una pintura dos veces autoincluida, y por lo tanto es, en alguna medida, "menos real" que la otra, es enteramente una falacia. Una vez que nos hemos dispuesto a "ingresar a la habitación", ya caímos en la trampa: hemos tomado como real la imagen. Para ser coherentes con nuestra credulidad, deberemos descender gozosamente un nivel, y confundir la imagen-dentro-de-laimagen con la realidad. La única forma de no ser arrastrados de este modo es ver ambas pipas como simples manchas coloreadas sobre una superficie ubicada a pocos centímetros enfrente de nuestra nariz. Entonces, y exclusivamente entonces, apreciaremos la significación total del mensaje escrito: "Ceci n'est pas une pipe"… paradójicamente, sin embargo, en el instante mismo en que todo se transforma en manchas, también lo hace la inscripción, ¡y por lo tanto pierde su significación! En otras palabras: en ese instante, el mensaje verbal del cuadro se autodestruye, de una manera sumamente gödeliana. (…)”
Otras obras de Magritte:
Y un chiste que encontré en http://listocomics.com/:
Doy por respondida entonces la pregunta que nadie formuló, pero que disfruté respondiendo.